César Bona, un maestro que sabe escuchar

Ayer (1 de marzo de 2016) tuve la suerte de escuchar en vivo y en directo a César Bona, un maestro que sabe escuchar. Y digo que tuve suerte porque, a pesar de llegar a la cita con más de media hora de antelación, el Aula Magna de la Universidad de Jaén puso el cartel de completo, dejando a las puertas de la amplia sala a muchas personas, que como yo, estaban interesadas en escuchar al único español nominado en 2015 a los Global Teacher Prize.

Quisiera empezar por el final, con la última frase que César dijo en su conferencia dirigiéndose a todos los/as docentes que allí le estábamos escuchando: “Sé el maestro/a que te gustaría tener para tus hijos/as”. Todo un reto y un desafío para quienes, de una u otra forma, se encargan de enseñar en cualquier contexto de la formación y/o educación.

En este post, no voy a relatar lo que César Bona contó, quien quiera escucharlo puede hacerlo en el podcast que aparece en el blog de nuestro amigo Víctor Guillermo Figueroa pinchando aquí. En ese mismo enlace, podrás también escuchar el podcast del programa emitido por UNIRADIO, la radio de la Universidad de Jaén, en un programa especial presentado y conducido por Víctor junto a un grupo de profesionales y expertos en Educación entre los que se encontraba César Bona justamente antes de presentarse ante las más de 650 personas que le esperábamos para disfrutar de su conferencia.

Como digo, en este post no voy a relatar lo que César Bona contó sino más bien algunas cosas que me llamaron la atención en su forma de dar clase y que creo que son la clave de su éxito:

  • César Bona es un maestro que escucha, y eso lo demostró con las numerosas anécdotas y experiencias que contó. Probablemente, la palabra que más repitió a lo largo de su charla fue la palabra “escuchar”, iba en el título de la conferencia: “escuchar para educar” y apareció en varias de las listas que mostró en su presentación. Una escucha que sirve para procesar la información obtenida y a partir de ahí diseñar una acción concreta dirigida a hacer algo con lo escuchado. ¿De qué vale escuchar si sólo nos quedamos en comprender pero no hacemos nada más?
  • César introduce la cámara de fotos y la grabadora de vídeo en sus clases. Grabar y fotografíar lo que se hace en el aula me parece de un valor excepcional para el aprendizaje por varios motivos: permite al alumnado exponerse a sí mismo, verse como lo ven los demás, mostrarse al mundo y obtener información de qué hacen y cómo lo hacen desde una perspectiva muy distinta a la que están acostumbrados. Al quedar registrado, todo ese material puede volver a verse y analizarse. Al saberse grabados/fotografiados les obliga a dar la mejor versión de sí mismos y en ese esfuerzo tienen que romper la barrera de la timidez y de la vergüenza y como consecuencia incorporar nuevas competencias sociales de fundamental uso en su vida adulta.
  • La música forma parte del ecosistema que César genera en sus clases. Precisamente inició la conferencia con una bella melodía de Chopin como homenaje a la celebración, el 1 de marzo, del 206 cumpleaños del músico polaco. También fue la música (en este caso las bandas sonoras de las películas de Woody Allen) la que inspiró, según contó, uno de los cortometrajes que ha grabado con los chicos y chicas de su clase. Ver el vídeo aquí. La música (no la Historia de la Música) es, junto a la palabra, una de las más bellas expresiones de la sensibilidad del ser humano y otorgarle un protagonismo en el aula que actualmente no tiene, me parece muy interesante.
  • A César le entusiasma desarrollar la capacidad de expresión emocional de sus alumnos y alumnas y elige la dramatización (el cine, el teatro, la literatura) como un método para el aprendizaje de competencias sociales que desarrollan valores personales y previenen o solucionan conflictos interpersonales. César preguntó al auditorio a cuántos de los que allí estábamos nos enseñaron en la escuela cómo gestionar nuestras emociones, muy pocas personas levantaron la mano. También preguntó a cuántos se lo enseñaron en la Universidad, no hubo mucha diferencia. Si en el debate eterno de razón y emoción, la escuela sólo elige la primera, la educación se queda coja.
  • Para César, la capacidad de hablar en público es una de las asignaturas pendientes del sistema educativo en todos sus ciclos (desde la Educación Primaria a la Universidad). Las asambleas, tan habituales en las aulas de Educación Infantil, dijo, deberían exportarse al resto del Sistema Educativo como espacio no sólo de expresión emocional sino también de desarrollo de la capacidad de contar. Nuevamente interpeló al auditorio solicitando que levantaran la mano quienes habían recibido formación en cómo hablar en público tanto en la escuela como en la Universidad y la respuesta fue desoladora. Insistió en varias ocasiones en la necesidad de aprender a hablar en público y de aprender a enseñar a hablar en público. Me pareció muy inspiradora su reflexión porque precisamente en Ideas Poderosas estamos plenamente comprometidos en entrenar esta competencia en nuestros cursos y talleres, como por ejemplo aquí, aquí o aquí.

Como él bien avisó al inicio de la conferencia, su charla iba a estar llena de obviedades, y como también confesó, lo que él hace en el aula no es innovación, porque casi todo, de una u otra forma, ya se ha hecho antes. Lo que él hace en el aula es sentido común, aunque yo me permito añadir, un sentido común poco común. Y para mí esa es la clave.

Y ahora para terminar, quisiera acabar de la forma en la que César empezó su conferencia: “Maestro es alguien que inspira para la vida”.