Regalar cine, una bofetada a la apatía

Hace ya más de un año que llegué al proxecto máscaras gracias a Paz Domínguez, imprescindible curadora y fontanera digital, desde entonces he podido (ad)mirarlo de cerca y ver como no ha dejado de investigar(se) y de transformar(se) a sí mismo, de sumar, levantar calladas tormentas y de crecer de conversación en conversación.

Máscaras es una idea poderosa, una experiencia inspiradora, una herramienta intelectual y didáctica, una excusa para la conversación, una forma especial de contar algo.
Máscaras es una impostura, un fingimiento, una mentira imprescindible para conocer las verdades que encierra la vida cuando nos dejamos ver y nos dejan ser quienes realmente somos. Porque como dice @pnique, lo que no se ve no existe.
El proyecto máscaras es una bofetada a la apatía y un homenaje a la estrategia que no se ve, al punto de partida, al trabajo artesano de consultoría, a la conversación como el mejor latido posible para innovar y seguir vivos.

Sea lo que fuere, ante todo Máscaras es cine en mayúsculas. Sin duda. Dirigida por Iago González y producida por Isabel Iglesias. Durante muchos meses ha circulado en algunas candidaturas a premios, pases y círculos privados. Ahora ya se puede ver en Vímeo y en Filmin por 2,95 €

Pero como hay puntos que guardan mil caminos, Iago, Isabel y Julen Iturbe, idearon iniciar un meme para expandir Máscaras y la galaxia en la que gira. Ahora la película también se puede regalar. Y para contarlo bien nada mejor que recoger la explicación que aparecía en el post de Julen con el que se inició este meme.“Como quiera que la difusión de la película es muy complicada lo que os proponemos es que si os llega vía meme o si, sin más, os gusta porque la habéis visto, podáis hacer un regalo para que otras tres personas la vean. Os costará 5,81 euros. Para eso:

  • Compras el pack de regalo en la plataforma de Vimeo
  • Envías por correo electrónico el resguardo que te dará Vimeo a asociacion@proxectomascaras.com
  • Recibirás inmediatamente los tres códigos de acceso para que los envíes a las personas que has elegido. Las entradas se activan cuando se introduce por primera vez el código de acceso y hay un plazo de tres días (72 horas) para repetir visionados.

El dinero de tus alquileres o del regalo que vayas a hacer va a parar a la Asociación Proxecto Máscaras. Y como explican en su sitio web respecto al dinero que se va recaudando:
No, no es una donación sino que estás comprando entradas para ver una película. En realidad quien hace la donación es la productora, con la que se ha firmado un convenio mediante el cual autoriza esta campaña y dona la recaudación a la Asociación Proxecto Máscaras. Estos ingresos irán directamente a la cuenta bancaria de la Asociación y los resultados se irán publicando en esta Web.
(…)
Si te llega este meme y ves la película nos gustaría que aquí dijeses que la has visto. Si, además, te ha gustado lo suficiente como para propagar su difusión invitando vía meme en tu blog a otras personas, te pediríamos que uses #proxectomascaras para etiquetar tu post y que lo podamos rastrear de forma automática.“

La afinidad entre el proxecto máscaras e ideas poderosas no es nueva, y claro que tenemos ya nuestras entradas dispuestas, esperando asiento y un buen cartucho de palomitas. Para empezar les hacemos nuestro regalo a Aitor Lazpita, a Jesús Muyor y a Emilio Molero . Creemos que estas entradas están en muy buenas manos para ser disfrutadas y contempladas desde revoluciones distintas.
Para seguir desvelando conversaciones. De eso se trata.

Nota: Aquí puedes ver el corto «Calcetines»

Asociación Proxecto Máscaras

Hablar en primera persona puede ser muy complicado, dominio del lenguaje puede no faltarte pero además se necesita valor para hacerlo y un mínimo de biografía. En realidad esto no es cierto, o al menos la realidad nos muestra lo contrario. Palabras tenemos, valor nos sobra y experiencia a nuestras espaldas… ¿qué importa? Hilar palabras relacionadas con los valores, la misión, la visión de las empresas, el personal branding, el desarrollo personal, etc. esto es lo que ofrecen muchos consultores, coachs, oradores motivacionales,… Es como si una suerte de virus verbal nos hubiera contagiado a todos de grandes palabras y mensajes de responsabilidad social corporativa, sostenibilidad, innovación,…

Parece que bastara con saber nombrar para realmente innovar y actuar de manera congruente con lo que las palabras significan. Esto se observa en grandes y pequeñas empresas, en profesionales y en proyectos de todo tipo, forma y color. Son proyectos que ponen el discurso y las palabras por delante. En ocasiones esto da para “poco más” que unos buenos beneficios, un buen blog con muchos seguidores, algunos titulares por un tiempo y no pocos proyectos contratados y subvencionados por la administración de turno. Al final la innovación y los grandes valores no van mucho más allá de los beneficios económicos y de los límites del discurso con el que se explicó todo. De palabras afuera todo sigue igual.

En ocasiones parece exisitir algo así como una burbuja verbal, se está inflando demasiado el valor de algunas palabras, detrás de las cuales muchas veces no hay más que aire. Sin embargo, no basta con decir e hilar finos discursos, esto es garantía de casi nada. Los repertorios decir/hacer no siempre van en la misma dirección, ni se necesitan el uno al otro. Se puede describir muy bien un proceso, parecer el mayor experto en agricultura ecológica o en educación, y sin embargo no haber plantado ni saber plantar una sola hortaliza en tu vida, ni haber estado nunca ante una clase. Recuerdo a más de un profesor en la facultad de psicología que, a pesar de no haber tratado con caso clínico alguno, impartía asignaturas de diagnóstico diferencial y tratamiento psicológico y tenía escritos algunos libros y artículos sobre la materia. Pero también se observa el caso contrario, hay personas capaces de cultivar las mejores coles o de enseñar y despertar la pasión por el aprendizaje y ninguno de ellos sería capaz de escribir un post sobre desarrollo sostenible o un artículo sobre métodos didácticos.

Y en ese punto estamos, a veces tengo la sensación de que lo blogs son trincheras desde donde lanzamos palabras elocuentes y discursos impecables y a la vez donde escondemos nuestras carencias, donde protegernos del cuerpo a cuerpo, del trabajo sucio de campo, del inevitable error del que juega a hacer y aprender no sólo de las palabras, también de las consecuencias de cada acción a la que se lanza.

No se trata de restar valor al trabajo, los artículos, los proyectos de buenos consultores “de sofá y mesa camilla”, con los que disfruto y aprendo en muchas ocasiones a través de sus lecturas. Se trata de reivindicar la necesidad y el valor del hacer, de la importancia de forjarte una buena biografía para poder hablar de verdad en primera persona, de la importancia de trabajar y vivir en gerundio, de exponerse y dejar que ocurran cosas, de girar nuestra atención hacia las prácticas cotidianas de profesionales y asociaciones que no tienen tiempo nada más que para seguir buscando soluciones, salidas; de aprender de personas que, aún sin saberlo, no dejan de estar innovando, diseñando y creando nuevos caminos.

Quería llegar hasta aquí para desembarcar en el Proxecto Máscaras. No es fácil de definir. Es un buen ejemplo de cómo hablar en primera persona con un buen dominio de la palabra, con mucha biografía a las espaldas y muchas cosas por contar. Pero Máscaras es ante todo cine, a partir de aquí el proxecto es mucho más: se trata de un grupo de personas haciendo cine de verdad, aprendiendo, abriendo caminos, reflexionando sobre su trabajo, innovando, escribiendo sobre su experiencia, siendo actores de la vida pública, interpretando el mundo, definiendo sus valores desde lo que les importa, desde lo que les afecta y siempre en términos de acciones, de verbos como única estrategia posible para cambiar el (su) mundo.

El Proxecto Máscaras es un punto en el que el buen cine, la consultoría, el aprendizaje, el compromiso, la inclusión y la innovación social se integran y lo hacen de la única manera posible: sin hablar demasiado de ello en esos términos, trabajando mucho, de una manera orgánica, generando las condiciones para que sucedan cosas, analizándolas, escribiendo sobre ellas, y revisando continuamente para no dejar de aprender.

El Proxecto Máscaras es ahora además una asociación, y esa asociación es un laboratorio social donde se está trabajando con nuevas maneras que permitan, entre otras cosas, crear una escuela de actores y actrices y difundir su trabajo, analizar y estandarizar lo andado y lo aprendido en métodos, unidades didácticas y herramientas de trabajo para la integración social por la naturalidad.

La asociación es un proyecto de participación social abierta a todas las personas que pretende impulsar nuevos proyectos. La primera campaña que se ha lanzado desde la asociación es “invita al cine” El objetivo de esta campaña es que más personas vean la película Máscaras. Quienes la han visto la recomiendan y así empezó a surgir la idea de preparar un pack especial de tres entradas para regalar. La campaña es muy simple: consiste en el envío de invitaciones a título personal, para ver Máscaras.

Desde Ideas Poderosas hemos retirado ya nuestras tres invitaciones que pensamos regalar a amigos, algún(a) participante de nuestros talleres o a cualquiera de nuestros seguidores en nuestras redes.

La Asociación Proxecto Máscaras es un Idea construida en gerundio, humilde y sutil, pero muy Poderosa. Os deseamos que la disfrutéis mucho.

¿Pará qué sirve el fin del mundo?

Hemos llegado. Parece que el fin del mundo está aquí. Me imagino una semana de especial ajetreo en los centros de salud y los servicios de urgencias. Pequeñas sensaciones de ahogo, presión en el pecho, pérdida de apetito o ataques de ansiedad ante la perspectiva infame que nos deja una caprichosa conjunción de planetas.
Puedo imaginar las iglesias y confesionarios más concurridos que nunca, llenos de personas buscando la absolución y el alivio de saberse en paz y de tener un rincón reservado en su cielo.
Puedo imaginar millones de parejas y de amantes a la vez prometiéndose a cada hora amor eterno y sus camas llenas de besos, de palabras y de pasión como nunca antes se había visto. Incluso puedo imaginar un pequeño repunte de la natalidad nueve meses después de haberse amado sin condiciones, sin barreras, sin miedo ante la perspectiva de un futuro embarazado, ahora imposible; o por el despecho y la valentía de algunas mujeres de enfrentarse a este fin de la vida creando una nueva en el universo de sus entrañas. Secreta venganza.

Como parece ser que hoy (17/12/12) más que nunca es verdad eso de que nos quedan cuatro telediarios, creo que lo mejor sería mirar de frente y actuar. O al menos preguntarnos y completar esta frase: “Antes de morir me gustaría,…”

Y si sobrevives a la fecha maldita, la euforia no debiera hacerte olvidar que el fin de tu mundo sigue al acecho y que aunque debieras de vivir cada día con la frescura y el alivio del que siente que él mismo y las personas que quiere son inmortales, no deberías dejar de vivir con la decisión, la sensatez y la valentía del que sabe que algún día será el último. Y quizás te des cuenta de que, si no te has puesto manos a la obra, aún te queden por hacer demasiadas cosas importantes para las que algún día tal vez ya no te quedará tiempo.

Eso es lo que hizo la artista Candy Chang. En su barrio de Nueva Orleáns, transformó una casa abandonada en una pizarra gigante pidiendo completar la frase: ‘Antes de morir quiero…’. Una historia poderosa que además nos habla del poder de nuestros espacios públicos y todo el potencial de inspiración e innovación que tienen la empatía y el con-sentir a nuestros vecinos, de lo bueno de escucharlos y de caminar por unos instantes en sus zapatos.

‘Before I die I want to…’
¿Cuál es tu respuesta?

Escuchando la diversidad

En Ideas Poderosas pensamos que la diversidad humana en general y, en concreto lo que quiera que sea la discapacidad, puede ser uno de los mayores motores de igualdad, de innovación, de avance social, humano, y urbano. Y creemos en esto no como una metáfora sino en su sentido más literal. Basta con observar cómo la accesibilidad y los principios del diseño universal han cambiado los electrodomésticos, la tecnología, nuestras ciudades, … en definitiva nuestras vidas. Basta con observar(se) con dejar(se) sentir las propias experiencias y emociones en escenarios y ciudades con altos niveles de accesibilidad en comparación con aquellas otras en las que la accesibilidad sólo es utilizada por los gestores y políticos como una excusa para ocupar titulares.

Para que esto sea posible lo diverso tiene que tener su propia voz, pero las personas con discapacidad tradicionalmente han hablado, y lo siguen haciendo en gran medida, con palabras prestadas. Así es, tanto a lo largo de la historia como hoy en día son instituciones médicas, académicas y políticas y sus profesionales los que, escuchando más a la biología y a la economía de la inmediatez que a las personas, regulan el modo oficial de visión y división de esta realidad y el manejo de la misma. De esta manera, definiendo, clasificando, valorando, crean un lenguaje que después es asumido por la mayoría (personas con y sin discapacidad) como una fiel descripción de la realidad más que como una manera de entenderla – por otra parte nada ingenua y con una gran carga ideológica-, una re-creación de lo que es la diversidad o la discapacidad a imagen y semejanza de sus visiones e ideas tan normalizadas como poco diversas. La inevitable consecuencia de este proceso es una suerte de profecía autocumplida que nos atrapa en una (tiranía) de la normalidad, simpática para la mayoría asustadiza de lo diferente, pero engañosa para todos.

La discapacidad no es un fenómeno médico, ni tecnológico, ni político, sino una experiencia humana que debe ser entendida individualmente. Y ahí es donde radica una de sus mayores posibilidades como fuente de innovación social, de cambio, de necesaria re-evolución. La investigación, las políticas y asuntos en general relacionados con la diversidad funcional son demasiado importantes para dejarlas exclusivamente en manos de las investigadoras, académicos, las expertas o los políticos de turno, desde una perspectiva engañosamente objetiva y alejada de la vida cotidiana de las personas con discapacidad.

En ideas poderosas pensamos que aún hoy en día a las personas con discapacidad se les despoja en gran parte de su voz y de sus derechos como ciudadanos, lo que no ayuda a generar contextos que faciliten su visibilidad, su libertad, que sean dueños de sus propias vidas, de sus propias palabras. Necesitamos que las personas con discapacidad y sus aliados hablen su propio lenguaje, cuenten sus propias historias y se dejen ver tal y como quieran ser.

Sirvan estas reflexiones para introducir las siguientes reivindicaciones extraídas del documento de FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) que las ha motivado: “Manifiesto por la plena ciudadanía de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo”.

  • Queremos un trato de igual a igual, de adulto, de ciudadano. Para esto, necesitamos el apoyo de los gobiernos y los medios de comunicación. Necesitamos que los medios den a la sociedad una imagen positiva e inclusiva de nosotros.
  • Pedimos a jueces, abogados, médicos y fiscales que nos conozcan y que se informen. Tienen que conocernos bien antes de firmar nuestras sentencias de incapacitación. ¡Somos capaces de hacer muchas cosas y tomar decisiones!
  • Necesitamos ciudades y pueblos accesibles para poder participar, entender la información, pasear por las calles y entrar en los sitios públicos. Pregúntanos cómo hacerlo. Queremos colaborar con vosotros para conseguirlo entre todos.
  • Día a día nos formamos para trabajar. Exigimos que las empresas y administraciones cumplan con la ley, y reserven empleo para las personas con discapacidad.
  • Exigimos a los responsables de asociaciones vecinales, culturales, deportivas y de ocio que cumplan las normas de acceso a sus instalaciones. Igual que nosotros cumplimos con todas las normas que nos exige la sociedad.

Tomemos buena nota de estas reivindicaciones, tenemos mucho que ganar.

¿Se puede enseñar a crear innovación social?

Conversando con Alma Natura sobre Newton, gazpacho e innovación social. Nos entrevistaron en su blog.

La semana pasada nos invitaron desde Almanatura a conversar con ellos sobre innovación social a través de una entrevista. Para ello, Carmen Valladolid nos envió un buen puñado de interesantes y sugerentes preguntas.

Tras su lectura dediqué varios días a documentarme, pensar en mi experiencia, perderme,y después dejar que se fueran conectando puntos y atando cabos mientas corría o cocinaba y mientras escribía las respuestas volando desde Málaga a Liverpool.

Estamos convencidos de que la innovación es más un escenario de dudas que de certezas, de preguntas que de respuestas, y en este sentido Carmen generó el espacio perfecto donde poder pensar en voz alta y enlazar experiencias personales con brillantes ideas y propuestas de otras personas comprometidas y generosas que comparten sus conocimientos.

Esta entrevista ha sido una excelente experiencia para nosotros, y nos ha permitido conocer mucho más de cerca el genial enfoque y excelente trabajo @juanjomanzano, @concemacias, @KrmenValladolid y el resto del equipo de @almanatura.

Os dejamos aquí el enlace a la entrevista.
aquí el enlace a la entrevista