Ayer fue 14 de abril, aniversario de la II República

Los Estados pueden ser monarquías o repúblicas. En España, la Jefatura del Estado no se elige, se hereda. Suena mal pero es la verdad. El Jefe del Estado es quien representanta a nuestro país en el mundo. ¿Cómo se puede heredar algo así?
En 1969, Franco designó a Juan Carlos de Borbón como su sucesor a la Jefatura del Estado, puesto que el Rey ocupa desde 1975, tras la muerte del dictador. Otros cuarenta años. Por un Real Decreto de 1977, su hijo varón, menor que sus hermanas, es el heredero de la Jefatura de nuestro Estado. ¿Cuarenta más? Nuestra Constitución no se aprobó hasta el año siguiente. En su artículo 1.2 proclama que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado’. ¿Cómo va a haber Soberano si el pueblo lo es? Pues en el 1.3 dice que sí, que puede ser y se llama Monarquía Parlamentaria. En estas contradicciones entra nuestra Carta Magna, que más que padres parece que tuvo padrastros. Pero es que, además, una sociedad como la española no debería seguir permitiendo que se la ofenda cuando en el artículo 57 dice que se prefiere el varón a la mujer en la línea sucesoria. Un privilegio que la ley de igualdad de 2007 no debió dejar pasar. Si quieren lo pueden modificar en un momento, en una noche de verano como hicieron con el 135. Nuestras representantes, al menos, deberían exigirlo. Se trata de hacer efectivo el principio constitucional de igualdad.

Cada cuatro años votamos listas paritarias, y elegimos a quienes deberían ser nuestros únicos representantes. Como ciudadana, a eso creo tener derecho.
Como mujer, además, no me resigno a que la personificación de España sea un hombre, es decir, quiero saber que cada cuatro años la mujer tiene opción, expectativas de gobernar. Aunque no gobierne. La monarquía española es una institución anacrónica y contraria a los principios de la democracia, que refuerza, más aún en los últimos tiempos, roles y estereotipos que perpetúan la desigualdad entre mujeres y hombres.

La palabra República viene de cosa pública, de pueblo. Sin conocerla, ya la quiero. Ayer fue 14 de abril.